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domingo, 27 de noviembre de 2011

Perdidos

Tu y yo,
perdidos en nuestra propia historia.
Navegando y naufragando,
con el ancla de mi barca,
quise fondear en tu playa,
y a la sombra de tu paz
fraguar una casa grande, como el cielo, como el mar.
Yo con tu carga en mi espalda,
cuando fuera necesario
Tú con la mía, cuando flaquearan mis fuerzas,
pero si mi peso es tanto,
si no puedo ser remanso y no te doy ilusión,
renuncio a ser tu cruz.
Sin pesares ni congojas,
suelta amarras, grita.
En silencio marcharé
dejando tu nido vacío,
para que tengas espacio
de llenarlo con la paz que perdiste en mi aventura
y otra vez, atraparás en tus ojos,
la luz que sin darme cuenta,
se extinguió entre mis aleteos.

2 comentarios:

  1. Que duro, Miuris, tener que abondonar el nido común, para que el amante recobre la paz que perdió al unirse al otro. Bellísimo poema, lleno de lirismo y magia. Un placer visitarte. Besos.

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  2. Un amor que termina o un amor no correspondido, son igual de tristes. Pero toma tu barca y busca una playa radiante donde aniden los amores ciertos. Saludos.

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¡Brindis!

Esta es la mejor cosecha, el brindis exquisito de las letras.