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martes, 26 de junio de 2012



Márchate en silencio

Háblame quedo,
apagaré la luz para amarnos en penumbra.
No temas,
no hay caricia que ofenda,
lo que puede dañar es lo que no se hace,
lo que se calla,
 lo que queda en la piel sin realizarse.
Toda la noche es nuestra,
no hay porqué apresurarse.
Escuchas?
Ahora empieza a llover
y la lluvia, como gotas de rocío,
 golpea la ventana
y como melodía entra por mis oídos,
mientras tus manos recorren los caminos de mi cuerpo.
Ya pasará la noche, el día llegará,
si al despertar, aún duermo,
no hagas ruido y márchate en silencio,
es posible que en ese último sueño,
se hayan  fundido mis últimos suspiros.
Tal vez  fue tan sublime lo que viví a tu lado,
que prefiera mantenerte en mi sueño y no despertar más.


1 comentario:

  1. lo que queda en la piel sin realizarse, me encanta, no hay caricia que ofenda. Pero bueno, mitificar el sueño está bien, pero se corre el riesgo de perderse la realidad, que a veces, es mejor. hermoso poema, saludos

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¡Brindis!

Esta es la mejor cosecha, el brindis exquisito de las letras.