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martes, 6 de septiembre de 2011

Robles Restaurantes, excelentes!


En el corazón del Aljarafe Sevillano, en el lado que mueve las emociones y placeres, allí se encuentra un oasis enfrentando la vega del Guadalquivir. Es uno de esos lugares que pasas frente a él y te preguntas, que encontraremos detrás de su alta tapia.

Siendo vecina de Robles Aljarafe de Castilleja, he circundado mil veces su umbral sin traspasarlo, he hurtado una que otra florecilla de las que adornan su entorno y sobre todo, mi inquietud se mueve sigilosa y mis ojos atrevidos se van sin contar con mi permiso, hurgan tras los arbustos y rebuscan entre las altas copas de los árboles.

Nada! Mi ansiedad sale despavorida y avergonzada opto por la retirada diciéndome, otro día tal vez tenga más suerte, otro día tal vez me atreva mirar a la cara al centinela que como celoso y fiel cancerbero, se pasea del jardín al portal.

Robles no es un simple restaurante donde se come y ya, es mucho más que eso, tiene su propia filosofía y una historia que forma parte de la cultura culinaria española.

Desde 1954, cuentan los sevillanos con la pericia culinaria de estos restaurantes que apuesta por el rescate y proyección de la cultura gastronómica.

Además está el componente humano involucrado, Don Juan Robles a la cabeza, con un carisma y don de gente que le hacen acreedor de la confianza de los comensales habituales o no.

Don Juan, viene de una familia trabajadora y de mucha conciencia que inicialmente incursionaron en el negocio de viñedos, ¨La Atarazana¨, fue la bodega familiar que atesoraba el producto de las vendimias.

La producción de caldos era tan abundante, que el padre de Don Juan, decidió instalar una taberna en Sevilla, La Puerta de Osario, fue el barrio elegido por Robles padre, cerca de la cochera de los tranvías.

Corría el 1935 y los Robles servían el mosto y vino de la tierra, que ya para 1954, abrían lo que sería el local definitivo de Casa Robles, junto a la Catedral, como para que el influjo místico del lugar fuese su talismán, era un breve espacio donde se vendían los vinos.

El joven Robles, crecía en años y también en enseñanzas del progenitor sabio que levantaba el negocio familiar en base a dedicación y trabajo, en la calle Álvarez Quintero, ya comandaba lleno de ilusión, la nueva bodega.

Don Pedro Robles, padre y fundador del imperio Robles, tomó la sabia iniciativa de dividir entre sus hijos las tierras y negocios que había creado, tocó a Don Juan en la repartición, la Bodeguita de la Álvarez Quintero.

Nuestro protagonista fue creciendo año tras año empresarialmente, consolidado junto a la Catedral, desde donde fue sumando locales.

Fueron estas las raíces profundas y arraigadas de Robles Restaurantes, que une al ayer, un presente glorioso avalado por la calidad y prestigio, medio siglo de vida en la tradición gastronómica de Sevilla.

En la actualidad los Restaurantes Robles son una opción tomada en cuenta por familias que hacen de ese hábitat agradable, una continuación del hogar, con la diferencia de ser atendidos a cuerpo de rey y degustar la mejor comida andaluza, española en general e internacional, de la misma manera que empresas y núcleos sociales diversos conocedores de la calidad del servicio, hacen de los amplios salones de Robles, el entorno perfecto para reuniones y celebraciones empresariales.

Desde Mis Vendimias, lugar que sabe de buena cosecha, felicitamos a Don Juan Robles por mantener la calidad y confort en Robles Restaurantes.

1 comentario:

  1. hola Miuris,
    gracias por el buen dato. Ya será para el próximo viaje a Espana entonces..^^

    un abrazo^^

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¡Brindis!

Esta es la mejor cosecha, el brindis exquisito de las letras.